Trastorno Autista

El autismo es un trastorno del desarrollo muy heterogéneo, que se caracteriza por una marcada alteración en el desarrollo general. Se manifiesta de la siguiente forma:

1. Alteraciones en las relaciones sociales:

Suele ser indicador de ello la escasa comunicación no verbal (poco contacto ocular, la expresión facial, los gestos, la postura corporal, etc.), la incapacidad para establecer una relación con los compañeros, padres y hermanos, ausencia de tendencia espontánea a compartir cosas con otras personas. Estos niños no suelen recurrir a sus padres, sino que parecen vivir en un mundo propio ignorando al resto. Prefieren estar solos, y pueden evitar a las personas.

2. Alteración en el lenguaje y la comunicación:

Se caracteriza por la ausencia o retraso en la adquisición y el desarrollo del lenguaje verbal. Lo que realmente está afectado en niños autistas es el uso social del lenguaje. Algunos de los ejemplos más típicos de estos niños son la utilización incorrecta de los pronombres (por ejemplo referirse a sí mismo utilizando “tú” o “él”, en lugar de “yo”), las ecolalias (repiten lo que oyen), alteraciones en la entonación, el ritmo, el tono o la intensidad.

3. Restricción en los comportamientos, actividades e intereses, que son a su vez repetitivos y estereotipados:

En primer lugar, puede observarse que el juego es muy limitado y rígido, con fuertes apegos a objetos inanimados.

Otras alteraciones consisten en una preocupación absorbente por una conducta que se realiza de forma repetitiva y estereotipada, siguiendo de forma rigurosa unos rituales, y desarrollando manierismos motores (como movimientos rápidos de las manos y dedos delante de los ojos aparentemente buscando una estimulación). Movimientos complejos de todo el cuerpo, manipulando de forma muy simple los objetos (como agitarlos, hacerlos girar o golpearlos). También presentan una insistencia intensa en la invariabilidad y una marcada resistencia al cambio den el entorno.

Es frecuente también, que experimenten una fascinación por determinadas partes de objetos, como por ejemplo los botones de una chaqueta, o partes del cuerpo de otra persona.

En cuanto a la inteligencia, el niño autista puede tener un C.I. normal, pero es muy frecuente que presente discapacidad intelectual (aproximadamente un 75-80% de los casos de autismo van acompañados del diagnóstico de retraso mental).

Estas alteraciones deben estar presentes antes de los 3 años de edad, aunque es frecuente que se identifiquen muchos casos desde los primeros meses de vida. El inicio puede ser brusco o desarrollarse lentamente.

El origen del autismo es desconocido. Actualmente se considera que no hay una única causa del autismo, sino varias. Existen hipótesis biológicas que asocian el autismo a alteraciones genéticas y metabólicas, e hipótesis psicológicas que explican esta enfermedad desde alteraciones cognitivas.

En cuanto al tratamiento, ciertas variables son relevantes:

• La edad de comienzo de la intervención: los niños aprenden mejor cuanto antes se comience la intervención. Sería recomendable comenzar el tratamiento antes de los 4 años.
• Intensidad y duración: el tratamiento es más efectivo cuanto mayor sea la intensidad. Y la intervención ha de ser prolongada.
• Colaboración de los padres: se obtienen mejores resultados cuando los padres colaboran en la intervención. La inclusión de la familia es esencial para las necesidades del niño.

Los programas de intervención están dirigidos a potenciar las diferentes áreas del desarrollo del niño, fomentando una mayor independencia en las actividades de la vida diaria. Se trata de enseñar a los niños nuevos comportamientos y habilidades. Se entrenan habilidades como la atención, la obediencia, la imitación o la discriminación.

Asimismo, el Análisis Aplicado de la Conducta se basa en promover conductas mediante refuerzos positivos y extinguir las no deseadas eliminando consecuencias positivas.

Igualmente se trata de enseñar técnicas sociales y de comunicación desarrollando las relaciones positivas y significativas con otras personas. También es frecuente potenciar el desarrollo sensoriomotor.

Parece que las intervenciones combinadas inciden positivamente en la adquisición de nuevas habilidades en niños con autismo.

BIBLIOGRAFÍA

• “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” (DSM-IV-TR) American Psychiatric Association (APA). Barcelona: Masson (2000).
• “Manual de psicopatología II”. Edición revisada. Amparo Belloch, Bonifacio Sandín y Francisco Ramos. Madrid: Mc Graw Hill (2009).
• http://www.neurologia.com/pdf/Web/50S03/bdS03S077.pdf

Trastorno Autista