Aprender a Perdonar desde un Punto de Vista Psicológico.

  1. El proceso terapéutico de perdonar es un elemento relativamente nuevo en la terapia, comienza a introducirse en los años 70; pero no es hasta los 90 cuando se empieza a considerar una herramienta terapéutica a tener en cuenta (Wade y otros, 2008).

    Hay consenso en considerar que perdonar consiste en un cambio de conductas destructivas voluntarias dirigidas contra el que ha hecho el daño, por otras constructivas. (McCullough, Worthington, y Rachal, 1997). Algunos consideran que perdonar no solamente incluye que cesen las conductas dirigidas contra el ofensor, sino que incluye la realización de conductas positivas (Wade y otros, 2008).

    El perdón no incluye obligatoriamente la reconciliación. Perdonar o pedir perdón son opciones personales que no necesitan de la colaboración de la otra persona (la reconciliación es un proceso de dos). El perdón no supondrá nunca restaurar la relación con alguien que con mucha probabilidad pueda volver a hacer daño. Y tampoco

    implica olvidar lo que ha pasado ni justificar la ofensa que se ha recibido ni minimizarla. La valoración del hecho será siempre negativa e injustificable, aunque no se busque justicia o se desee venganza.

    Perdonar no es síntoma de debilidad, porque no se trata de dar permiso al otro para que vuelva a hacer daño, sino que se puede perdonar cuidando de que no nos hagan daño de nuevo.

     

    Clasificación del perdón

    Hay distintos tipos de perdón entre los autores que investigan el tema:

    • Perdón unilateral /perdón negociado: El perdón unilateral no necesita de nada ni depende de la posición del agresor y el perdón negociado se da cuando hay un dialogo real entre ambos y el agresor asume su acción agresiva y pide perdón por ello.
    • Perdón disposicional/perdón específico: El perdón disposicional se da en “personalidades perdonadoras” como rasgo estable de la personalidad. En cambio, el perdón específico es una actuación específica ante una agresión en particular.
    • Perdón a otras personas/perdón a uno mismo: Normalmente, hay mayor dificultad para conseguir perdonarse a uno mismo que a los demás. En el perdón interpersonal, las conductas de evitación se dirigen a la evitación del agresor mientras que en el perdón a uno mismo, la persona tiende a evitar pensamientos o sentimientos. La reconciliación es necesaria en el perdón intrapersonal, pero no en el interpersonal.
    • Perdón sano/Falso perdón: El falso perdón se da cuando el agresor mantiene su poder y promueve el mantenimiento del daño. En cambio, el perdón sano se da cuando el agresor reconoce y considera la injusticia realizada.

     

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    Efecto psicológico del perdón

    El perdón tiene efectos psicológicos positivos. Los resultados de distintos estudios, sugieren que los niveles de perdón correlacionan positivamente con indicadores de salud mental y negativamente con indicadores de estrés o disfunción. Por ejemplo, Mauger et al;  (1992) estudiaron los efectos del perdón a uno mismo y del perdón a otros y concluyeron que bajos niveles de los dos tipos de perdón correlacionaban con indicadores de psicopatología del MMPI. En los estudios de Hebl y Enrigght (1993), demuestran que altos niveles de perdón se asocia con altos niveles de autoestima y bajos niveles de ansiedad o depresión.

     

    Proceso de Perdonar al agresor

    El perdón no es un acto único que se hace en un momento dado, es un proceso continuo que se puede ir profundizando y completando a lo largo del tiempo. Por eso se dan varios niveles de perdón:

    1. Análisis y reconocimiento del daño sufrido: Es necesario reconocer que se ha recibido un daño que duele y aceptar ese dolor de la forma más objetiva posible para permitir un distanciamiento emocional. Así mismo, en este paso también se debe analizar las circunstancias que han hecho a la otra persona hacernos daño.
    2. Elegir la opción de perdonar: El no perdonar nos coloca en una posición de sufrimiento permanente, por lo tanto, perdonar es la mejor elección siempre.
    3. Aceptación del sufrimiento y de la rabia: Aceptar el perdón consiste en aceptar los sentimientos, pensamientos, sensaciones o emociones que surjan asociados al daño.
    4. Establecer estrategias para auto protegerse: Analizar lo ocurrido, permite identificar los indicios que señalan el peligro, lo que protegerá en adelante a la víctima.
    5. Expresión explícita del perdón

    El primer paso consiste en dejar de hacer conductas destructivas abiertas y explícitas (como cesar de buscar venganza o justicia, quejarse a todo el mundo, etc.) o encubiertas e implícitas (como desear conscientemente mal al agresor, rezar para que le pase algo malo, rumiar el daño que se ha recibido, etc.).

    El segundo nivel es hacer conductas positivas hacia él. Completando el perdón, si hay respuestas positivas por el perdonado, se puede llegar a restaurar la confianza en el agresor.

     

    Obstáculos para poder perdonar

    El proceso del perdón puede enfrentar situaciones que dificulten su concreción y que deben ser siempre tenidas en cuenta. Hay que ser cautelosos ante situaciones en las que el agresor no siente culpa o remordimiento alguno por el daño cometido, cuando la trasgresión concretada es muy severa o si las heridas que un hecho ha provocado son muy recientes por lo que hay todavía confusión acerca de lo sucedido. Hay ciertos ámbitos en los que el proceso de perdonar se dificulta:

    • Político-social: ciertos tipos de delito, prácticas de trabajo no éticas, despidos laborales que no respetan la legislación vigente y discriminaciones étnicas o religiosas pueden ocasionar daños o lesiones cuyo perdón es difícil de asumir por el victimario.
    • Relaciones romántico familiares: en muchos casos de divorcios o separaciones vinculares, donde ha habido fuertes experiencias de infidelidad reiteradas así como violencia sexual o doméstica, no siempre hay predisposición para planteos de perdón.
    • Prácticas médicas: en casos de enfermedades terminales, SIDA, internaciones psiquiátricas por problemas con el consumo de alcoholo drogas, así como cuando se sospechan errores o mala praxis, se generan sentimientos de enojo y desconsuelo y crisis familiares a veces muy agudas que dificultan hacer cualquier planteo sobre el perdón.

     

    El proceso de pedir perdón a la víctima

    Desde un punto de vista terapéutico la petición de perdón se puede hacer siguiendo los siguientes pasos:

    1. Reconocer el daño:

    El proceso de reconocerlo supone un acercamiento profundo al otro, y así poder permitir a la víctima expresar su sufrimiento de forma plena.

    1. Sentir de verdad el dolor del otro:

    Para pedir perdón es preciso ser consciente de que se ha hecho un daño importante al otro para poder sentir su dolor.

    1. Analizar su propia conducta:

    Para el ofensor, saber cómo y por qué hizo lo que hizo es interesante para poder compartir ese conocimiento con la otra persona y avanzar en el proceso de pedir perdón. Hay montones de razones por las que alguien decide hacer algo que causa daño, ninguna será aceptable para la víctima, por lo cual, no se trata de encontrar excusas a sus actos, sino de establecer una base para poder realizar la siguiente fase: elaborar un plan que impida que vuelva a ocurrir (Case, 2005).

    1. Definir un plan de acción para que no vuelva a ocurrir:

    El plan puede incluir acciones dirigidas a mejorar las debilidades propias que han propiciado el daño realizado. Debe ser un plan que indique los objetivos operativos, el tiempo y los medios que se van a dedicar a conseguirlos. No se trata de establecer solamente buenas intenciones, las acciones han de ser concretas y se han de establecer los tiempos y los recursos necesarios para hacerlas.

    1. Pedir perdón explícitamente al otro.

    Los pasos anteriores han de ser compartidos con el otro y han de comunicársele para que la petición de perdón sea explícita y llegue al otro, mostrando que no son palabras vanas y que hay un interés real en la relación.

    1. Restituir el daño causado:

    Siempre que sea posible, es preciso restituir el daño causado.

     

    BIBLIOGRAFÍA:

    “Cómo perdonar cuando no sabes cómo hacerlo” Jacqui Bishop y Mary Grunte. Editorial Sirio 4ªedición, 2010.

    “El valor psicológico del perdón en las víctimas y en los ofensores”. Enrique Echeburúa. Eguzkilorem nº 27, 2013 (San sebastian).

    “La capacidad para perdonar desde una perspectiva Psicológica”. María Martina Casullo. Revista de Psicología PUCP, vol. XXIII, 2005 (Buenos Aires).

    “El perdón como herramienta clínica en Terapia Individual y de Pareja”. María Prieto-Ursúa, M.Jose Carrasco Galán, Virginia Cagigal de Gregorio, Elena Gismero Honzález, MªPilar Martínez Díaz e Isabel Muñoz San roque.Clínica comtemporáneam vol.3. 2012. (Universidad Ponstificia Comillas de Madrid).

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